Si estás buscando un truco casero para mejorar una sartén que se pega, aquí tienes una opción que deberías probar:
Truco con sal y aceite:
- Lava la sartén: Limpia la sartén a fondo para asegurarte de que esté libre de residuos de alimentos.
- Espolvorea sal: Después de lavar y secar la sartén, espolvorea una capa fina de sal en el fondo de la misma.
- Calienta la sartén: Calienta la sartén con la sal a fuego medio durante unos minutos. La sal actuará como un agente abrasivo suave.
- Frota con papel de cocina: Utiliza un trozo de papel de cocina o un paño limpio para frotar la sal en la sartén, prestando especial atención a las áreas donde los alimentos se pegan.
- Enjuaga y seca: Enjuaga la sartén con agua caliente para eliminar la sal y cualquier residuo. Luego, sécala completamente.
- Aplica una capa fina de aceite: Aplica una capa muy delgada de aceite vegetal en toda la sartén. Asegúrate de que el aceite sea uniforme.
- Calienta nuevamente: Calienta la sartén a fuego medio durante unos minutos para permitir que el aceite se adhiera y forme una capa protectora.
Este truco puede ayudar a mejorar la condición de la sartén y proporcionar una capa adicional de protección antiadherente. Recuerda que la clave está en no utilizar demasiada sal ni aplicar una capa gruesa de aceite, ya que podrías terminar con una película aceitosa no deseada en la sartén.