Si estás buscando un truco casero para mejorar la presión de la ducha y grifería en tu hogar, aquí tienes un método simple que podrías probar:
Limpiar la regadera con vinagre y bicarbonato de sodio:
Materiales:
- Vinagre blanco
- Bicarbonato de sodio
- Bolsa de plástico grande o una bolsa de congelador
- Gomas elásticas o cintas adhesivas
- Cepillo de dientes viejo o cepillo de cerdas suaves
Pasos:
- Limpieza inicial:
- Desmonta la regadera y sumérgela en una mezcla de agua caliente con vinagre blanco. Deja que repose durante al menos 30 minutos para aflojar los depósitos de minerales y sedimentos.
- Mezcla de vinagre y bicarbonato de sodio:
- Mezcla una taza de vinagre blanco con una taza de bicarbonato de sodio. Esta combinación crea una reacción efervescente que puede ayudar a descomponer los depósitos acumulados.
- Limpieza interna:
- Vierte la mezcla de vinagre y bicarbonato de sodio en una bolsa de plástico grande. Coloca la regadera dentro de la bolsa, asegurándote de que esté sumergida en la solución.
- Sellado:
- Sella la bolsa alrededor de la regadera utilizando gomas elásticas o cintas adhesivas. Asegúrate de que la regadera esté completamente sumergida en la mezcla.
- Deja reposar:
- Deja reposar la regadera en la bolsa durante varias horas o preferiblemente durante la noche. Esto permitirá que la mezcla haga efecto y afloje cualquier acumulación.
- Cepillado adicional:
- Después de haber dejado reposar la regadera, utiliza un cepillo de dientes viejo o un cepillo de cerdas suaves para frotar suavemente cualquier residuo adicional que pueda quedar.
- Enjuague:
- Enjuaga la regadera a fondo con agua para eliminar cualquier residuo restante de la mezcla de vinagre y bicarbonato de sodio.
- Reinstala la regadera:
- Vuelve a instalar la regadera y prueba la presión del agua. Deberías notar una mejora en el flujo.