El Doctor Japonés Shigeaki Hinohara, Continuar
fue la prueba viviente de que la clave de la longevidad es a nivel físico pero también espiritual. Aseguró que es necesario movilizar valores como el sentido de la dedicación, el gusto por el esfuerzo, el abandono de los bienes materiales y el deseo de comunicación. Un enfoque tolerante de la vida y compatible con una mirada cristiana. Este especialista en la esperanza de vida murió a los 105 años y hasta el final de sus días demostró una increíble salud física y mental. De hecho, nunca tomó la decisión de retirarse y deja atrás la imagen de un médico apasionado por su profesión y profundamente humano con sus pacientes.
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