Arreglar un grifo que gotea puede ser un problema molesto, pero hay un remedio casero que puedes probar antes de llamar a un fontanero. Aquí los 3 pasos que debes seguir:
Cierra el suministro de agua: Antes de intentar cualquier reparación, asegúrate de cerrar la llave de paso del agua que alimenta el grifo. Por lo general, encontrarás una válvula de cierre debajo del fregadero o cerca del grifo en cuestión.
Reemplaza la junta tórica (goma): El problema más común en los grifos que gotean es una junta tórica desgastada. Esta es una pieza de goma que sella las conexiones en el interior del grifo. Puedes encontrar kits de reparación de grifos en la mayoría de las ferreterías que incluyen juntas tóricas de repuesto. Simplemente reemplaza la junta tórica antigua con una nueva.
Limpieza de sedimentos: Los sedimentos pueden acumularse con el tiempo y causar problemas en el funcionamiento del grifo. Desmonta el grifo y limpia todas las partes con vinagre blanco para eliminar posibles acumulaciones de cal.