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Tanto es así, que ya en la antigua roma, este vegetal se cultivaba con fines medicinales. En una carta de Carlomagno dirigida a sus tropas, éste le pedía que, entre otras plantas utilizadas para elaborar remedios, sus soldados cultivaran apio.
Principales beneficios del apio.
El apio es excelente a la hora de controlar el apetito, ya que aporta nutrientes y, además, produce una sensación de saciedad que nos ayuda a regular nuestra ingesta de otros alimentos.
Además, tiene importantes efectos beneficiosos sobre el sistema digestivo, ya que, al contener mucha fibra, ayuda a mejorar su funcionamiento. Es, por ello, muy efectivo a la hora de tratar el estreñimiento y la hinchazón.
El apio es muy efectivo a la hora de ayudar a controlar los niveles de colesterol, al estimular la producción de ácidos biliares que permiten removerlo del cuerpo.
Dentro de sus efectos desintoxicantes, el apio colabora con la prevención de cálculos renales y biliares, para lo cual se recomienda el consumo de jugo de apio. El apio es además, un sedante suave y natural. Se suele consumir jugo de apio mezclado como jugo de zanahoria como tratamiento para la ansiedad.
Sin embargo, quizás el más importante de los beneficios del apio sea su función diurética. Esto, combinado con las pocas calorías que aporta y el efecto de saciedad que produce, lo hace un elemento infaltable en la dieta para bajar de peso.
Y tú, ¿consumes apio todos los días? Si no lo haces, es hora de comenzar.