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¿Por Qué Debes Incorporar Orégano a Tu Dieta para Fortalecer los Huesos entre Otras Propiedades Curativas?

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El orégano es un arbusto de hojas  perennes y de él se utilizan tantas las hojas como las flores que es donde se concentra su aroma característico.

Por lo general lo usamos para mejorar el sabor de las comidas sin saber que esta hierba posee increíbles propiedades curativas y medicinales. Mientras usualmente lo consumimos seco , fresco mantiene sus propiedades aún mejor.

 

1) Alivia la inflamación: Es un excelente anti-inflamatorio y antiespasmódico y gracias a sus altas concentraciones de timol , ayuda a fortalecer los músculos y combatir las enfermedades inflamatorias.

Es una fuente importante de Omega-3 y tiene minerales como hierro , magnesio , calcio y cobre , así como vitaminas C, E, B6 y K, siendo esta última esencial para fortalecer los huesos.

 

2) Desintoxica el cuerpo:  Estudios recientes han demostrado que el orégano es capaz de desintoxicar el hígado y ayudar a eliminar toxinas gracias a sus compuestos orgánicos y sus minerales importantes.

 

3) Ayuda a nuestra piel:  Siempre hemos oído que los cítricos contienen grandes cantidades de antioxidantes y nutrientes , pero en el orégano se concentra hasta 20 veces más en relación a otras hierbas e incluso en relación con los arándanos. Sus componentes previenen el envejecimiento de la piel y benefician a nuestras células.

 

4) Mejora nuestra salud ósea:  Si bien los jóvenes no prestan atención a la salud de sus huesos a largo plazo ,  la verdad es que con los años nuestros huesos se debilitan y corremos el riesgo de fracturas , por eso es importante alimentarnos adecuadamente durante nuestra vida.

El orégano posee calcio y hierro , que son minerales esenciales para fortalecer el sistema óseo y protegernos de la osteoporosis futura.

Para aprovechar todos estos beneficios proporcionados por el orégano , le recomendamos que prepare esta bebida curativa:

Ingredientes:

  • 3 cucharaditas de orégano fresco o 1 cucharadita de orégano seco.
  • 300 ml de agua.

 

Preparación:

  •  Hervir agua como para una taza.
  • Coloca el orégano en el interior de la taza y verter el agua.
  • Cubrir la taza y dejar reposar durante 10 minutos.
  • Colar la infusión y endulzarla con una cucharadita de azúcar.

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