El cáncer colorrectal , el más común en el tracto digestivo , puede ser prevenido y , además , una vez que está presente , es posible curarlo si se diagnostica temprano.
Para ello es imprescindible conocer los síntomas que produce , como la presencia de sangre en las heces o cambios en el ritmo intestinal , con y sin dolor abdominal durante un tiempo prolongado , son dos señales de alarma que deberían conducirnos a consultar un especialista.
Es uno de los tumores con mejor pronóstico , detectado en sus estadios iniciales , podemos llegar a curar el 90 por ciento de los cánceres de colon.
A diferencia de otros tumores , el cáncer colorrectal no tiene síntomas , pero puede detectarse temprano antes de que se manifieste por una prueba simple e indolora que el paciente puede hacer en casa: la prueba de sangre oculta en heces. Si el resultado es positivo , se realiza un estudio más detallado mediante una colonoscopia para determinar si el sangrado proviene de una lesión maligna.
El peligro de no diagnosticarlo a tiempo es que puede propagarse a los ganglios linfáticos y llegar al hígado , los pulmones , los huesos y el cerebro a través de la sangre. Por lo tanto , es importante realizar una colonoscopia a partir de los 50 años con una periodicidad de entre tres y cinco años.
También es importante considerar una serie de factores de riesgo en el desarrollo de un tumor colorrectal:
• Edad: Nueve de cada diez casos son diagnosticados en personas mayores de 50 años. Los tumores en edades más tempranas se asocian a menudo con una predisposición genética.
• Antecedentes familiares: Cuando un familiar directo ha desarrollado este tipo de tumor.
• Enfermedad inflamatoria intestinal: La enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa elevan la predisposición a contraer este tipo de cáncer.
Hay una serie de hábitos de vida saludable que pueden prevenir el cáncer de colon:
• Dieta variada y saludable , rica en frutas, verduras y fibra
• Hacer ejercicio regularmente
• Mantener un peso normal
• Dejar de fumar
• Ingesta moderada de alcohol
Quimioterapia y radioterapia para apoyar la cirugía:
Aunque la cirugía es la principal intervención terapéutica , la quimioterapia y la radioterapia son complementos que ayudan a reducir tumores o minimizar el impacto de las intervenciones quirúrgicas. La administración de quimioterapia en el cáncer colorrectal depende de los resultados de la biopsia posquirúrgica.
Indicada en diferentes casos:
• Reducir el riesgo de reincidencia o eliminar posibles enfermedades microscópicas
• Cuando se ha diseminado al hígado en el momento del diagnóstico , se administra antes de la cirugía , sola , con fármacos biológicos o en combinación con radioterapia
• En metástasis y en etapas avanzadas para detener su avance