La enfermedad de Parkinson es un trastorno crónico y progresivo que afecta el control motor y la cognición. Las neuronas en el cerebro que regulan la producción de la hormona dopamina comienzan a morir.
La reducción de los niveles de dopamina afecta la función motora , dando como resultado:
- Temblores en la cabeza, manos, brazos y piernas
- Movimiento lento del cuerpo
- Pérdida de equilibrio
- Irregularidad del sueño
- Pérdida del sentido del olfato
Relación Parkinson y bacterias intestinales
La causa exacta de la enfermedad de Parkinson es desconocida. En un estudio reciente , se observó que «La microbiota intestinal influye en el neurodesarrollo , modula el comportamiento y contribuye a los trastornos neurológicos. Encontrando un vínculo funcional entre las bacterias intestinales y las enfermedades neurodegenerativas «.
Los científicos en pruebas realizadas con ratones , encontraron que la administración de antibióticos exacerbó la pérdida de control motor y otros síntomas de Parkinson. Cuando los ratones fueron alimentados oralmente con probióticos (bacterias gastrointestinales normales), la función motora mejoró y la actividad cerebral aumentó.
El estudio concluyó que «estos hallazgos revelan que las bacterias intestinales regulan los trastornos del movimiento en ratones y sugieren que las alteraciones en el microbioma humano representan un factor de riesgo para la enfermedad de Parkinson«.
La importancia de las bacterias intestinales
Las sinucleinopatías no son las únicas afecciones neurológicas afectadas por las bacterias intestinales.
Si se necesita más pruebas de la conexión entre los niveles de bacterias sanas y el cerebro , aquí está. Un estudio de 2013 vinculó las bacterias intestinales a trastornos del espectro autista (TEA). Los síntomas fueron estimulados por la introducción de bacterias dañinas y aliviados con la administración de bacterias probióticas.
Las referencias a otros estudios señalan una conexión similar entre cerebro y vientre cuando se estudia esclerosis múltiple , ansiedad e inestabilidad emocional.
«… cambios microbianos dentro del intestino de un ratón resultaron en cambios de metabolitos en el suero y que estos conducen a la aparición de comportamientos como el autismo. Además, la administración de una bacteria beneficiosa , Bacteroides fragilis , anuló las anomalías fisiológicas, neurológicas e inmunológicas «.